Cuando leas mis palabras te pido de la manera mas atenta que sientas el tono de ellas mismas. No pretendo “echarle crema a mis tacos” o dármelas de muy chingón , lleno de sabiduría y buenos consejos.
Lo que vivo es lo que escribo, experiencias malas, peores y buenas también, no es mi intención hacerme un pinche víctima por que no aplica al concepto de tal. Lo que tengo es un aprendizaje empírico que he adquirido a mi propia consta; y eso es, mis propias pendejadas y manera estúpida de pensar, dejándome llevar por impulsos egoístas e innecesarios acarreados por emociones sin fruto. Aunque, ¿Acaso hay emociones que dejen fruto? En lo que vivido, únicamente son como una joroba que con el tiempo percatas de lo estorbosas que son para obtener una solución óptima, a cualquier tipo de reto.
Mi aportación
Un granito de arena, insignificante pero que suma un cantidad considerable con la cual se hace la grava y por lo tanto cemento, que contribuye hacia la construcción de una pauta que nos lleva a la preservación del espíritu humano que llevamos tu y yo. La unidad y realización de que somos iguales y nuestros defectos con cualidades son parte de nuestra humanidad, complementándonos los unos a los otros.
Mi mejor arma es la humildad y me ha costado trabajo asimilarla y persistir en esos pasos; pero me dan paz, armonía; y deseo transmitir ese sentir con mis palabras en el tono que te pido que escuches. En la genuinidad y espontaneidad de tu humanidad.
No cabe nada mas que decir mas que gracias.





