Nadando

Se ve que está amaneciendo. Me siento muy agotado, como si fuera el final de un día larguísimo sin tener donde llegar a recostar mi espalda y quedarme inmóvil.

Los números son fríos

Siempre que miro la hora, autos, casas, lugares, cosas con números mi mente empieza a hacer cálculos. Sumas, restas, agrupaciones que significan algo emblemático a mi existencia. Casi siempre “manipulo” los numeros; por decir, juego con ellos hasta llegar a una cifra significativa que confirme o me recuerde un suceso, una experiencia. Pinche algo que me haga revivir el pasado y a la misma vez, me de un camino a seguir: La auto-realización de un destino.

Oh, y ni siquiera mencioné las fechas, ¡las pinches fechas! Únicamente recuerdan mis errores o sueños rotos.

El día de hoy

04.21

Hace 17 años

El sello del amor. Nadie se escapa. Muchos optan por llamarle “el juego”, el juego del amor. Un juego el cual, creo yo, nací para perder.

Hace 17 años el día de hoy, mi primer amor me dijo adiós, hasta nunca. Ese día fue el comienzo hacia un desmantelamiento de mi corazón. Poco a poco me fui acostumbrando al dolor, resignándome a vivir sin poder estar con el amor de mi vida.

Durante todos estos años hasta hace poco, yo pensaba que había llegado a una estabilidad emocional-integral de mi persona. Consciente de que ese impacto, esa ilusión, esa esperanza era innecesaria en mi vida. Estaba confiado de que no volvería a pasar por ello, como la viruela cuando te da niño; pensando que ya me dió una vez, por lo tanto soy libre de ello.

Pos No

En Julio del 2019, me topé con alguien que cautivó por completo mi cicatrizado corazón. Hasta la fecha no puedo creer lo que siento, lo que provoca. Es increíble el efecto que tiene el ver esa sonrisa. Mi mente se pone totalmente en blanco. Por segunda vez en mi vida, estoy totalmente, perdidamente, enamorado. Y tal como (tristemente) no lo esperaba, mi sueño fue desmantelado de una manera súbita y arrolladora. Y me digo a mi mismo como si fuera mi propio abogado ante un jurado que no tiene la menor empatía de lo que yo he experimentado, ni de mis intenciones, que por mas buenas que sean, me aconsejo que no llegaran a ningún lado: No es Justo que tengas que pasar por esto. Otra vez.

Y fue justamente un 21 de Enero de los presentes cuando se me dio a conocer esa realidad.

Chapotadero

Todos los días respiro esta ilusión, esperanza falsa que no puedo aniquilar. Mi cerebro y mi corazón están en una constante guerra; la cual, para ser franco, me tiene hasta la madre. Las fechas en que ha habido ese impacto contra el piso de una manera tan abrupta, creo yo, están conectadas; lo cual me lleva a este día: En vista de la falta de una experiencia que me indicara un destino, una señal o algo de sentido que le diera a mi vida dirección, con miedo de recibir un golpe mas, quise provocar algo. Tomé acción. No se si violé un reglamento o me salí del huacal pero dejé una nota, marqué la página.

Moví violentamente las aguas y por lo tanto, se formaron olas y un mensaje. Un mensaje el cual no puedo evitar pensar que llegará a su destinatario y será correspondido.